A lo largo de mi experiencia de vida, como profesional y como lectora promedio, he logrado descubrir algunos atributos que logran definir lo que soy ahora y me proyectan hacia dónde me quiero dirigir. El título de esta entrada suena bastante comercial, como si estuviera vendiendo una marca innovadora de ropa o algo por el estilo, y me parece bien que esa sea la impresión inicial pues puede acercarnos a una lectura interesante y constructiva.
Como les contaba, disfruto de una buena lectura que enriquezca mi cotidianidad y mi paso por la vida de mis pacientes y participantes de actividades grupales y consejerías; el perfil de empoderamiento, motivacional y enriquecimiento personal es una de las categorías que suelo disfrutar y mientras avanzo con el sonido del teclado recuerdo algunos de ellos, tienen en común la capacidad de transmitir a través de palabras prácticas el mensaje de poder transformar aspectos de la vida a partir de acciones constantes y gentiles confiando en el proceso.
Ya les había contado un poco de la experiencia de "saltar" en compañía del miedo, bien, ese momento de la vida es lo que ha logrado movilizar lo que soy ahora, y espero que siga generando dinamismo a lo que vendrá. La grandeza que pude imaginar cuando de pequeña me preguntaban "¿Qué quieres ser cuando seas grande?" es una bella retrospectiva de este proceso, por supuesto, ser profesora, doctora, policía, millonaria o en su defecto una feliz ama de casa libre de preocupaciones son algunos de los sueños que tuve en aquel entonces, ahora es gratificante descubrir que poco a poco mi rumbo me está llevando a un destino que veo bastante alentador.
Como profesora ahora acompaño a las personas en su proceso de aprender y desaprender lo que sea que quieran transformar en sus vidas siendo una acompañante, algunas veces un espejo, en ocasiones su voz interior a veces firme y otras (muchas la verdad) gentil, o sencillamente una presencia temporal que puede alentar y facilitar la sanación.
Como doctora, no uso estetoscopio, sin embargo, he agudizado el sentido de escucha activa y buen ojo (los 4 que tengo me resultan beneficiosos) y esto me resulta útil para ayudar el proceso de descubrir la causa o posible causa de los problemas que pueden ser obvios para muchos pero inmensamente desafiantes para quien los vive, sacar a la superficie y empoderar el proceso de sanar es algo que desde el área de la salud enriquece con empatía la confianza y la capacidad humana de transformar el dolor (del cuerpo, la mente, el alma o el espíritu) en liberación, aprendizaje y un darse cuenta genuino.
Como policía (alguna vez intenté enlistarme en esta área, otra sería la historia pero seguramente los objetivos serían los mismos), podría decir que mi función se enfoca en hacer cumplir en el otro lo que han definido como oportunidad de mejora, aprendizaje y bienestar transformando sus viejas creencias en oportunidades de reivindicación y reconciliación con ellos mismos y su entorno, mi lugar a partir de este rol no me lleva a "judicializar" pero sí a movilizar el sentido de responsabilidad que de alguna manera se transmite a partir de las creencias y normas (desde el punto de vista intrínseco hacia la contribución social).
Se me dibuja una sonrisa picara al pensar en eso de haber soñado ser millonaria, supongo que en la ingenuidad de aquella época era bastante deslumbrante considerarlo, aun no llego a serlo, el enriquecimiento ha tenido una linda transformación, la fortuna que estoy creando es tan basta y gratificante que vale la pena disfrutarla cada momento de mi vida. Superar los momentos de "pobreza emocional", la liberación de mi propia experiencia punitiva, de temores, inseguridades, dudas, angustias y enojos me hacen sentir en un buen lugar para que hayan dejado de ser una amenaza y la opulencia desde lo que he aprendido incluso de mis pacientes y participantes de otros espacios la puedo compartir sin temor a que se disuelva y quedar de nuevo empobrecida, "siempre vale la pena volverlo a intentar y siempre es una excelente inversión compartir lo que enriquece". Parece que aunque con algunos tropiezos, vamos por buen camino.
Por supuesto, desde mi salto ya alterno actividades en mi hogar con mi enriquecimiento personal, mi autocuidado y por supuesto con mi profesión, esta última me ha abierto un montón de oportunidades que agradezco desde el corazón; cuidar de mi hogar físico, mental, emocional y espiritual me gratifica, así como ver la cocina limpia luego de lavar toda la loza, me siento complacida cada vez que con amor, determinación y confianza planeo cada actividad del día, entonces sí, también soy una feliz ama de casa.
Además de estos roles materializados, también he ido descubriendo que tengo una imagen, que mueve, motiva, acompaña y contribuye a un entorno que desde la pantalla de mi PC trasciende barreras y comienza poco a poco a ser parte de la vida cotidiana de quienes hacen su voto de confianza en lo que tengo para ofrecerles o simplemente me acompañan luego de un momento de curiosidad que los llevó a dar un "clic", algún día mi hermano me decía "si vas a hacer esto piensa en grande y enfócate en que vas a tocar a más personas de las que tocas sólo en consulta".
En este proceso puedo decir con convencimiento que me estoy enamorando de ser aquella mujer que pudiera llegar a convertirse en "una marca que mueve" y agradezco la oportunidad que cada lector, paciente, seguidor, participante me han dado alentándome a seguir, pues sus palabras de aliento, los cambios que viven en sus vidas y la oportunidad que se permiten tener y de hacer las cosas de otra manera es una de mis mayores riquezas.
Me convierto lentamente en una mujer que marca y mueve porque confían en mí y por supuesto que en el proceso he aprendido a hacerlo también, pues todos valemos por lo que somos, por lo que somos capaces de hacer y más aún por la gentileza con la que podemos llegar a tratarnos reconciliándonos con nuestra historia, nuestras heridas y nuestras viejas creencias en proceso de transformación confiando en que es posible realizar aquellos anhelos del corazón.
Infinita gratitud
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